sábado, 23 de abril de 2011

Un dia de calor

Escrito por Elena (eferrandiz)
Escrito por Elena (eFerrandiz)
Escrito por Elena

-¡Joder, que calor hace hoy! - suspiré acalorado nada más entrar al comedor, que se encontraba a una temperatura ligeramente más baja, pero que aún así seguía siendo bochornoso.

Caminé al club intentando buscar la zona que fuera más habitable. En el club había dos chicos más que se abanicaban con lo que pillaban. Me senté en una silla que se encontraba justo al lado de un ojo de buey que se encontraba abierto, aunque el ambiente seguía estando cargado. El sol lucía en lo más alto del cielo, provocando que sus rayos hicieran imposible caminar por cubierta debido al bochornoso e insoportable calor que estos desprendían.

Me sorprendía que alguien pudiera estar en cubierta ya que resultaba difícil que alguien fuera capaz de desafiar al sol y soportar el calor. La puerta que salía a cubierta se abrió, y por ella entró Vilma. Llevaba el cabello recogido con unos mechones que le caían por delante de la cara. Me dediqué a observarla mientras charlaba con Burbuja, él cual la hacia reír. Una vez el chico se metió en la cocina, Vilma comenzó a caminar hacia el interior del club. No pude evitar examinarla de arriba a abajo, lucía la camiseta blanca que mostraba una pequeña parte de su escote junto con los pantalones propios del uniforme del Estrella Polar que dejaba ver sus piernas. Tenía los pómulos ligeramente sonrojados por el calor. Sus labios lucían algo rojos, lo que no evitaba que quisiera lanzarme sobre ella en cualquier momento. Estaba preciosa. Vilma se acercó hasta las sillas donde yo me encontraba e hizo un gesto para poder sentarse, yo asentí sonriente y se apresuró a sentarse a mi lado. El poco aire que entraba movía ligeramente sus mechones sueltos y ella estiraba su cabeza hacia atrás demostrando lo que le agrada aquel aire sobre su piel acalorada. Tragué saliva nervioso, aquel gesto que acababa de hacer había provocado algo en mí. Cruzó sus piernas y suspiró. Comencé a sentirme aún más acalorado, por lo que decidí que observar por el ojo de buey sería la mejor opción. Pero eso no evitó que mi respiración continuara agitándose.


-Piti, ¿Estás bien? - susurró seductoramente.

-Si..si- contesté nervioso.


-Pareces acalorado – sonrió y me guiñó un ojo pícaramente.

Ya no lo soporté más y me lancé a besar sus labios con deseo. Ella me correspondió el beso volviéndome loco. Nuestro beso fue cogiendo velocidad a la vez que nuestras respiraciones se iban agitando.
Coloqué una de mis manos acariciando su cintura y la otra en una de sus piernas acariciándola sensualmente, ella me respondió colocando sus manos en mi espalda y recorriéndola con en toda su extensión. Mis besos bajaron hasta la zona de su cuello que tenía un dulce sabor, escucharla suspirar me estaba matando. Se apartó de mí y puso sus labios sobre el lóbulo de mi oreja, lo lamió y mordió con pasión, suspiré con fuerza. Sin poder soportarlo más, la cogí con fuerza de la cintura y la coloqué encima de mí.


-Vilma…- susurré agitado.


Ella respondió comenzando a besar mi cuello que fueron ascendiendo hasta llegar a mis labios. Me estaba muriendo de calor.
Comencé a bajar mis besos hacia su cuello mientras Vilma gemía, lo que me volvía aún más loco si podía. Ella en respuesta comenzó a hacer movimientos sobre mí, lo que me hizo morirme de placer.
Continuamos besándonos con desenfreno y manteniendo una batalla con nuestras lenguas, Vilma se separó unos centímetros.


-Piti, me encantas – susurró en mi oído. ¿Le encantaba?

La voz del Valeria correteando por la cubierta del barco me sobresaltó, estaba empapado en sudor y al mirar a la silla de al lado pude ver que no había nadie. Más adelante se encontraba tranquilamente Vilma, que al parecer nunca había llegado hasta la parte trasera del club que era donde yo me encontraba. Genial, me lo había imaginado. Había delirado.


-¡Joder, que calor hace hoy!- dije acalorado.

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