lunes, 13 de junio de 2011

Capítulo 3:Sufrir por amor

Escrito por: Car


Palomares


No podía evitar estar radiante, feliz de estar con la mujer a la que quería. Sé que no era normal que un cura tuviese novia…¿y que? Era el único que quedaba en la faz de la tierra, nadie podía juzgarme mal…excepto Piti.

Sabía que me odiaba, pero por muy amigos que fuésemos no podía anteponer mi amistad con él a mi felicidad. No, eso no, ya lo había hecho tiempo atrás, y lo único que hizo fue dañarla, engañarla como si de un perro se tratase. Solo recordar aquella tarde…


Flashback


Caminaba hacia la bodega, donde me tocaba dar misa como cada domingo. Al pasar por al lado de cubierta, oí un ruido extraño. Parecía el llanto de alguien, pero… ¿de quien?

Abrí la puerta y me sorprendí por completo. Tirada en el suelo estaba Vilma, totalmente rota, con la cara negra por la raya desprendida de los ojos, y visiblemente desmejorada. No comprendía el que la podía haber pasado, pero la levanté del suelo y la senté a mi lado.

Ella siquiera hacía intento por moverse, solo lloraba y lloraba. La agarré la mano y pregunté:

-Vilma, Vilma…¡Vilma!-No respondía, seguía llorando con la mirada perdida-¿Qué pasa? Dímelo…¡me estás preocupando!

Vilma abrió la boca para hablar, pero no podía. El disgusto siquiera la dejaba hablar,se derrumbaba a media frase.

-Quu-ee Pii-ti…-Solo conseguí descifrar.

-Vilma, tranquilízate, ¿quieres?-la dije zarandeándola y mirándola a los ojos-¿quieres que llame a Piti?

Noté que su cara empeoró, y logré entender que no le llamase, pero comenzó a contarme cosas, una detrás de la otra aceleradamente, y no podía ayudarla. Decidí llevarla a la enfermería, allí Julia sabría que hacer…

La llevé en brazos, la verdad que pesaba bastante debido al embarazo, pero podía perfectamente con ella. La gente nos miraba raro, y seguidamente miraban a Piti, que nos miraba a lo lejos. Notaba en él el dolor, pero no me podía imaginar que era lo que estaba pasando.

Me encontré con Julia por el pasillo, y rápidamente, viendo el estado de Vilma, se alertó más de lo normal…

-¿Qué la ha pasado?-dijo mientras abría la puerta de la enfermería-¿es que no sabéis que ya está en la recta final del embarazo?

La posé en la camilla con cuidado, mientras me giraba para hablar con Julia. Parecía preocupada por ella…

-Julia, ¿que pasa?-Pregunté poniéndome aún más nervioso de lo que estaba.

-Aún no lo sé, pero no te voy a mentir-dijo tragando saliva-en su estado es peligroso darla disgustos, y más con las complicaciones que tuvo.¿Sabes que la ocurrió?

-No,llegué a cubierta y me la encontré así,nerviosisima...-dije apenado por no haber podido hacer nada más.

Se formó un silencio eterno.Comprendí que necesitaba hablar con ella, saber que la pasaba, que la dolía…Decidí

-Avísame cuando sepas algo…-dije saliendo.

Me senté frente a la puerta a pensar…¿Que haría si la pasaba algo? Me moriría...No podía imaginar aquel barco sin su risa.Tal vez ese instante fue en el que me di cuenta de algo: la quería más que a nada en este derruído mundo.

Capítulo 2: Lo correspondido no es la mejor opción.

Escrito por: Car


Vilma


Me quedé confundida, frente al folio con aquellos nombres…era de las primeras cosas que hacíamos juntos, y estaba muy feliz. Hasta ese momento. ¿Qué le pasaba a Piti? Hacía semanas que no le veía esa mirada de reto, desafiante…Estaba preocupada.

Intenté no pensar en ello y fui a la cocina, a ver si había sobrado comida del desayuno. Estaba hambrienta.

-¡Hola cariño!-Me saludó alegre Salomé-¿Tienes hambre? Aún quedan algunas magdalenas.

Pero yo no estaba centrada, oía ruidos al otro lado de la pared… Pensé que sería yo, que estaba desvariando. Él estaría en cubierta, charlando con Ramiro como cada tarde…

-¿Preocupada?-Me preguntó, sacándome de mis pensamientos.

-Bueno…¿Me das esa magdalena de la que hablabamos?-dije intentando evadirme del tema.

-Yo te doy la magdalena-me la muestra en la mano-y tú me cuentas lo que te pasa.

Tiendo mi mano y cojo la magdalena,por lo que comienzo por preguntarla...

-¿Tú no oyes unos sonidos al otro lado de la pared?-Dije acercándome a la pared-Es que tengo curiosidad...

-Ah, si, será Dulce…Creo que está rivalizando con Estela…-dijo despreocupadamente, como si fuese algo normal ya.

Salí corriendo hacia la habitación, ya me imaginaba por dónde iban los tiros y…tená un pálpito. Un mal pálpito.

Me arriesgué a saberlo y abrí la puerta, así quedándome petrificada, en el suelo, mirándolos fijamente. No podía creer lo que estaba viendo, Piti con otra en brazos, todo se rompía a la velocidad que se vestían.

Él me recoge del suelo, y me intenta explicar lo sucedido, pero me zafo y corro, lo más que puedo, deseando olvidar todo.


Fin flashback


Camino por el pasillo hacia el comedor, sin saber el porque de este recuerdo. Había pasado página, nueva vida, e incluso había decidido cambiar el nombre de la niña. Debo pasar página, es lo mejor para todos.

-Buenos días princesa-me dice Andrés mientras me siento junto a él.

Me besa,y yo le correspondo,pero no es lo mismo. Lo sé, sé que él no es el indicado, pero creo que es mejor engañarse.

Porque tal vez, y solo tal vez, lo correspondido no es la mejor opción.

Capítulo 1:El principio del fin.

Escrito por: Car


Piti


-¡AYY!-chillé con todas mis fuerzas.

Como cada mañana, al levantar, un fuerte golpe me arreó en la cabeza. Aquella maldita balda…¿Cómo había podido elegir aquella cama? Miro hacia la cama de Palomares con tristeza, mientras veo unos cabellos rubísimos asomarse sobre ella. Y sabía que no eran precisamente de Palomares. Me levanto y mientras recojo mis cosas para vestirme, noto como me mira. Sí, ella, Vilma, la miro de refilón y allí está, con un ojo abierto y el otro cerrado. Salgo de la habitación para que los recuerdos no me aborden, pero ya es demasiado tarde, comienzo a recordar aquella tarde, la que recuerdo como la peor de mi vida.


Flashback

Sentado con ella, delante de un folio llenito de nombres. Los posibles nombres para nuestra niña, recién sabido el sexo. Sara, Marta, Rebeca, Alejandra, Martina, María…y así hasta más de 50 nombres de niña, unos más bonitos que otros, pero ninguno que me llamase la atención.

-Vilma, estos nombres son bonitos…pero ninguno me gusta tanto como para ponérsele a la niña-dije con mucho tacto, intentando que no se ofendiera.

-No sé, aún hay uno, muy especial para mí…-dijo tragando saliva, como si intentase no recordar algo-Paula, quiero llamarla Paula.

-Paula…es pre…-dije, cortándome en medio de la frase.

Vi pasar a una chica, guapísima: rubia, alta, delgada, con estilo…Perfecta. No pude evitar posar mis ojos en ella y volver a pensar como Piti, el Piti antiguo, el que cambió por Vilma.

-Es precioso, pero perdona, Vilma, me tengo que ir…-Le doy un beso en la cabeza y me marcho por dónde aquella hermosa chica se había ido.


La persigo y la persigo, hasta que se da cuenta y se para en seco. Me escondo tras una puerta, y ella avanza hacia su camarote. Su andar es sensual, sexy, así como ella es.

Corro tras ella, y una vez ella entra al camarote entro yo.

-Bueno, bueno, mira a quien tenemos aquí…al futuro papá-Dice con cinismo, y un tono de voz que la hace aún más irresistible-¿no deberías estar cuidando de la embarazadita?

Niego con la cabeza, como si un ovni me hubiese abducido. Ella se acerca peligrosamente, poniendo su boca muy cerca de la mía dice:

-Pues que ella se quede jugando a las mamás; que nosotros mientras vamos a hacer cosas de mayores-susurra Dulce, como se hace llamar.

Mete sus manos bajo mi camiseta, y me arrastra contra una de las paredes. Mete las manos bajo mi camiseta mientras la quito la suya, y se separa de mí. Yo ya no aguanto más, y caemos en la cama.

Mi mayor error jamás cometido, el principio del fin.