lunes, 13 de junio de 2011

Capítulo 1:El principio del fin.

Escrito por: Car


Piti


-¡AYY!-chillé con todas mis fuerzas.

Como cada mañana, al levantar, un fuerte golpe me arreó en la cabeza. Aquella maldita balda…¿Cómo había podido elegir aquella cama? Miro hacia la cama de Palomares con tristeza, mientras veo unos cabellos rubísimos asomarse sobre ella. Y sabía que no eran precisamente de Palomares. Me levanto y mientras recojo mis cosas para vestirme, noto como me mira. Sí, ella, Vilma, la miro de refilón y allí está, con un ojo abierto y el otro cerrado. Salgo de la habitación para que los recuerdos no me aborden, pero ya es demasiado tarde, comienzo a recordar aquella tarde, la que recuerdo como la peor de mi vida.


Flashback

Sentado con ella, delante de un folio llenito de nombres. Los posibles nombres para nuestra niña, recién sabido el sexo. Sara, Marta, Rebeca, Alejandra, Martina, María…y así hasta más de 50 nombres de niña, unos más bonitos que otros, pero ninguno que me llamase la atención.

-Vilma, estos nombres son bonitos…pero ninguno me gusta tanto como para ponérsele a la niña-dije con mucho tacto, intentando que no se ofendiera.

-No sé, aún hay uno, muy especial para mí…-dijo tragando saliva, como si intentase no recordar algo-Paula, quiero llamarla Paula.

-Paula…es pre…-dije, cortándome en medio de la frase.

Vi pasar a una chica, guapísima: rubia, alta, delgada, con estilo…Perfecta. No pude evitar posar mis ojos en ella y volver a pensar como Piti, el Piti antiguo, el que cambió por Vilma.

-Es precioso, pero perdona, Vilma, me tengo que ir…-Le doy un beso en la cabeza y me marcho por dónde aquella hermosa chica se había ido.


La persigo y la persigo, hasta que se da cuenta y se para en seco. Me escondo tras una puerta, y ella avanza hacia su camarote. Su andar es sensual, sexy, así como ella es.

Corro tras ella, y una vez ella entra al camarote entro yo.

-Bueno, bueno, mira a quien tenemos aquí…al futuro papá-Dice con cinismo, y un tono de voz que la hace aún más irresistible-¿no deberías estar cuidando de la embarazadita?

Niego con la cabeza, como si un ovni me hubiese abducido. Ella se acerca peligrosamente, poniendo su boca muy cerca de la mía dice:

-Pues que ella se quede jugando a las mamás; que nosotros mientras vamos a hacer cosas de mayores-susurra Dulce, como se hace llamar.

Mete sus manos bajo mi camiseta, y me arrastra contra una de las paredes. Mete las manos bajo mi camiseta mientras la quito la suya, y se separa de mí. Yo ya no aguanto más, y caemos en la cama.

Mi mayor error jamás cometido, el principio del fin.


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