domingo, 11 de diciembre de 2011

2x13 - DESPUÉS DE LA TORMENTA…NO VIENE LA CALMA

Fic, basado en lo que "hipotéticamente", podría ocurrir justo después del capítulo 2x13 del Barco en cuanto a la historia de Piti y Vilma (Picapiedra).

Las finas lágrimas se deslizaban por sus mejillas, sin apenas poder contenerlas. Se encontraba en el cuarto que le había preparado Piti exclusivamente para ella y para su hija. Su camarote. Su hogar. Acurrucada en la cama, no podía dejar de sentirse mal por todo lo que había sucedido en esos últimos días. Ella no podía controlar sus sentimientos, pero, ¡joder!, si siempre había actuado con la cabeza, no con el corazón. Y en esta ocasión ambos le decían que, pese a sus nuevos y desconocidos sentimientos por Palomares, no debía hacerle esto a Piti, su Piti.

Se encontraba cansada de bailar, de pensar. Solo quería cerrar los ojos y dormir. Había perdido la noción del tiempo que llevaba allí abajo, sola… Sola que es como se merecía estar por tener esos arranques de niña caprichosa, por dañar a sus dos mejores amigos.

Justo después de pensar eso y sentirse aún peor consigo misma, oyó pasos al otro lado de la puerta, que se abrió lentamente para dejar paso a Piti. Este llevaba una bandeja con unas piezas de fruta y un termo de leche. Entonces se dio cuenta de que tenía hambre, se había olvidado de subir a cenar. Se secó rápidamente los ojos, sin apenas atreverse a mirarlo.

- Yo… solo venía a traerte esto. No has venido a cenar, y no deberías hacer eso – le susurró. Él sí que se atrevió a mirarla fijamente, pero sin odio, sin rabia, simplemente con amor. –Después de los ensayos, del baile, el estrés por no saber nada de Burbuja y…

- Piti – le interrumpió acercándose a él. ¿Por qué continuaba portándose tan bien con ella?

- Cena con tranquilidad, de verdad –él dio un paso hacia atrás y señaló la puerta –yo me voy para que puedas estar más tranquila…

- Espera Piti – Vilma le cogió la mano, impidiendo que saliera y haciendo que se diera la vuelta.

Por fin, ambos se miraron a los ojos.

- Perdóname, de verdad –de sus ojos volvieron a salir lágrimas. Piti acercó despacio una de sus manos para secárselas con delicadeza.

- Te has portado muy bien conmigo desde que subimos al barco. Desde el minuto cero ya eras alguien especial para mí. Siempre has tenido para mí un mimo, una caricia, unas palabras de ánimo, y yo…

Piti se quedó en blanco en ese momento. ¿Qué estaba pasando? ¿Desde cuándo estaban en esa situación? ¿Acaso la había perdido…? No sabía cómo encajar sus palabras y torpemente, pero de corazón, decidió abrazarla.

-No te preocupes, todo…va a salir bien –le dijo al oído mientras la apretaba contra sí.

- Lo siento, lo siento… -las palabras de Vilma pasaron de ser un susurro a ser una realidad –quédate aquí conmigo, no quiero estar sola.

- Está bien –Piti pensaba que ella preferiría tener su espacio, pero no iba a rechazar la oferta de quedarse a su lado –aquí me quedo Vilma – dijo mientras se dirigía a la cama bandeja en mano. Ella lo siguió y se acurrucó a su lado.

- Gracias por todo –dijo ella sonriendo levemente.

Para él, eso era más que suficiente. Verla sonreír. Y entonces, supo una vez más, que la amaba. La situación se había complicado entre ellos, ahora existía alguien más, una tercera persona. Pero iba a luchar por ella y por la niña, por qué después de la tormenta, no viene la calma.

No hay comentarios:

Publicar un comentario